Considero que esta imagen es superlativa, ya que marcó un antes y un después en esa época. Es una imagen que es irrepetible (o eso esperemos). Considero que es única entre tantas. Debido a la angulación de la cámara, nos da esa sensación de grandeza, que aquello que pasó no fue cualquier cosa, sino nada más y nada menos que el atentado a la AMIA en Argentina un Lunes 18 de Julio de 1994. Expresa con claridad el sentimiento devastador, sorpresivo y abrumador de este ataque terrorista. A la izquiera del encuadre vemos escaleras rescatando gente, personas con la ropa sucia y en algunos casos rota, personas fotografiando lo que allí sucedía, entre muchas otras cosas.
Esta fotografía, en mi opinión personal, demuestra excelencia. Todo aquello que muestra es incambiable. Los colores, esa sensación de tristeza, dolor, lástima, podemos observar muchos detalles y nos brinda distintas sensaciones, pero siempre parecidas.
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